¡Hola papás y mamás de Dulces!
¿Os acordáis del post anterior? Hablábamos del los miedos infantiles y analizábamos las consecuencias en el día a día de nuestros pequeños y de su carácter transicional, pero ¿qué sucede si el miedo no pasa?
Si un miedo se consolida
- Hay que buscar herramientas para racionalizar el temor y no ocultarlo
- Normalizarlo como algo pasajero
- Acompañar en el temor respetándolo sin sobreprotecciones
- Nunca ridiculizar y siempre escuchar
- Permitir que el miedo se extinga poco a poco sin ultimatums
- No comparar la valentía ( o su ausencia) de nuestro hijo con la de otro hijo o amigo
- Invitarle a que dibuje a su «monstruo» u objeto de temor
- Asumir que todos tenemos miedos, no solo de niños, también de adultos
- Buscar ayuda si el miedo se convierte en patológico y conlleva muchas limitaciones
Las mejores herramientas para combatir el miedo son: la alegría, la risa, el humor, pero también el enfado y la rabia. Aprender a canalizar estas emociones contra el miedo ayudará a que este se extinga
Hay mucha literatura para ayudar a combatir los miedos infantiles. Los que más se venden en la primera infancia hablan de cómo vencer el miedo a los monstruos.
Os dejamos como ejemplo «¡FUERA DE AQUI, HORRIBLE MONSTRUO VERDE! de Ed Emberly

Muy recomendable si sois de los que dormís con la luz del pasillo encendida
Besitos Dulces para los miedosos… y para los que no lo sois


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