Bañarse es la única solución para librarse un poco del calor veraniego refrescándonos para que nuestra temperatura corporal baje. A los mayores nos encanta y no digamos a los niños que recuerdan su más cercana etapa acuática de la tripita de mamá y no quieren salir del agua hasta que los deditos se les quedan como garbanzos.

Para que esta actividad resulte divertida y todos lo pasemos en grande, tenemos que tener mucho cuidado mientras nuestros peques están en el agua o cerca de ella. Playas y piscinas son lugares donde hay que estar especialmente pendiente de ellos y no dejarlos solos ni un momento. Aunque los pequeños sepan nadar o se «defiendan» en el agua nunca debemos bajar la guardia.
Desde nuestro Dulce Blog te contamos 5 precauciones que debes observar.
1. Conoce y reconoce el lugar
Cuando llegamos a una piscina nueva o a una playa que no conocemos es muy importante hacer un reconocimiento previo para evitar sorpresas. Una vez que, con la mirada del adulto, hayamos decidido que espacios se pueden visitar y cuales es mejor vetar, daremos un paseo con el pequeño y se lo contaremos. Aunque sean muy pequeños es conveniente avisarles de los peligros.
2. Equipación adecuada
Es imprescindible que si usamos apoyos para nadar (flotadores, manguitos, cinturones de corcho…) estos se ajusten convenientemente, sean del tamaño adecuado y se revisen en cada baño. Siempre deberemos elegirlo en función de la edad y peso. Ojo! Puede que de un año para otro no sirva lo mismo.
3. Nadar es importante
Por eso es recomendable que desde pequeños aprendan a defenderse en el agua. Tomar clases de natación con monitores titulados para aprender a moverse por sí solos en el agua es muy conveniente. Cuanto antes empiecen a aprender, más fácil les resultará defenderse en la piscina o en la playa. Además la natación tiene muchas ventajas a la hora de estimular nuestros sentidos y por eso la recomendamos como actividad también para el invierno.
4. No correr por el borde de la piscina y no alejarse en el mar
Es necesario que los niños tomen conciencia de los peligros que supone el agua y qué cosas pueden o no hacer en la playa o en la pisci . Por ejemplo, tienen que tener muy claro que no pueden correr por el borde de la piscina, ya que podrían golpearse o caer dentro, tampoco deben tirarse de cabeza en la zona en que no hay profundidad, ni empujar o ahogar a otros niños. En la playa deben entender que las olas no siempre son del mismo tamaño ni son regulares.
5. Cuidado con los golpes de calor
Aunque estemos en el agua y mojemos a nuestro pececito la cabeza constantemente, tenemos que tener cuidado con los golpes de calor y las quemaduras de la piel. Los pediatras y dermatólogos no recomiendan la exposición al sol en horas centrales y tampoco que supere más de 20 minutos. Los bebés de hasta tres años no tomarán el sol directamente si no queremos que se pongan como gambitas.
Aprovecha si vais a nadar para contarle y enseñarle todo esto. Háblale de los bichitos del agua y de cómo funciona la depuradora de la piscina, hazlo como tú sabes, enséñale las cosas como si fueran cuentos…
Nuestro Dulce-Blog te desea unas felices y acuáticas vacaciones fresquitas.
Hasta la próxima!

